Dr. Rubén Klass fundador de la Biblioteca Vigil
El Sr. Lorenzo Lazarte, quien en el año 1950 creó otra vecinal llamada Gral. San MartínLazarte fue fundador del primer periódico del barrio llamado Alas, creado en octubre de 1944, el cual tenía noticias de interés general sobre el barrio Tablada. Apareció durante un año, saliendo en ese lapso nueve números, la tirada era de 3000 ejemplares que se repartían en los hogares en forma gratuita. La administración funcionaba junto con la Escuela de Enseñanza Especial “Ariel” en Amenabar 411. Estaba dirigido por el propio Lazarte y asesorado por el escritor Oscar Parodi.
Esta fue el último ejemplar del Periódico “Alas” dirigido por Lorenzo Lazarte, aparecido en octubre de 1945. el periódico y su director tenian una estrecha vinculación con el peronismo.Desde 1948 la vecinal funcionaba en el local de Alem 3033, donde antes se encontraba el café de Juan y Alfonso Boba, que poseía dos canchas de bochas. La casa y el local eran alquilados por la madre de los antes mencionados. Tal parece que esta señora no era tan “boba”, ya que le alquilaba al dueño en la suma de $40, pero a la vez le subalquilaba el local a la vecinal en $50, quedándose con $10 de ganancia.
En el año 1948, la Vecinal y Biblioteca Tabalada y Villa Manuelita se traslada a este local alquilado de Alem 3033.A la sala de lectura concurrían los chicos que se juntaban en la esquina para charlar, entre ellos estaban algunos de los que más tarde serían sus directivos y quienes, postergando sus actividades laborales, se dedicarían a la tarea de desarrollar la biblioteca. Dentro de la vecinal había algunos que desde hacía varios años no estaban conformes con la manera de conducir la biblioteca por parte de Santos (era el caso de Nicolás D’Uva y Alfredo Martínez), aquel incorporaba novelas y no libros de textos para los estudiantes del barrio, y aprovecharon la entrada de éstos jóvenes para separarse y crear una Subcomisión de Biblioteca. Esto ocurrió el 23 de septiembre de 1953 y en ella estaban: Marcos Abascia, Nicolás D’Uva, Oscar Fachinello, Domingo De Nichilo, Zulma Agustini, Cristina López de Alda, Beatriz Sommi, Alfredo Martínez, Miguel Oliva, Luis Ángel Fina, Albino Serpi y Natalio Corengia.
La primera rifa se hizo en diciembre de 1956, constaba de cinco premios, que como lo ilustra la fotografía, se exibieron en Ayolas y Av. San Martín. El primero consistía en una motocicleta marca “Puma”, cero kilómetro; el segundo era una heladera “Siam”; el tercero una máquina de coser “Lander”; el cuarto un lavarropas “Papaot” y el quinto era una cocina a kerosene “Súper Volcán” (Foto Oscar Faini)El éxito fue tal que las rifas fueron cada vez mayores, hasta que en el año 1958 se decidió implementar una forma de pago escalonada mensualmente por el sistema de cuotas, idea que se le ocurrió a Augusto Duri.
La foto ilustra el momento de la entrega de premios a los ganadores del primer bono de la Biblioteca Vigil, a cargo de Augusto Duri en 1956 (Foto Oscar Faini)
En esta exposición de dibujos del año 1957 puede observarse una bandera colgada de los andamios para la construcción del nuevo Escuela N° 615 “República del Perú” (Foto Oscar Faini)
La Biblioteca también entregaba becas a alumnos de 6° grado, para que puedan continuar sus estudios secundarios, en este caso también entregado por su presidente el Sr. Augusto Duri.Como el barrio había cambiado de nombre por el de Gral. San Martín desde 1950, fue necesario cambiar también el viejo nombre de la vecinal Tablada y Villa Manuelita por el Gral. San Martín y eliminar definitivamente la antigua vecinal de ese nombre. Pero también era necesario cambiar el nombre de la biblioteca. Para ello se hizo una encuesta entre la gente del barrio para ver que nombre le ponían saliendo favorecido “El Gráfico”, que era la revista de deportes.
Lo que surgió de esta encuesta, realizada principalmente entre los hombres del barrio, fue que muy poco les importaba la cultura, para ellos era mucho más importante una actividad recreativa como el fútbol, que se manifestaba no sólo en su práctica, sino también en la adquisición de una revista especializada como lo era “El Gráfico”. Desechándose la posibilidad de ponerle este nombre, se decidió colocarle el de su fundador, es por ello que, desde el 9 de febrero de 1957, se le puso el nombre de “Constancio C. Vigil”, quién fuera el creador de la editorial Atlántida. Mucha gente del barrio no tenía ni idea de quien era Vigil, desconociéndose también su obra literaria.
Constancio Cecilio Vigil, fue el autor de numerosos libros infantiles como el Mono Relojero, La Hormiguita Viajera, etc. Fundó la editorial Atlántida en 1918, editó varias revistas como: Atlántida (1918), que le diera nombre a la editorial; El Gráfico (1919) para los amantes del fútbol, Billiken (1919) dedicada al público infantil, Iris (1920), Para Ti (1922) dedicada a la mujer, Gran Guiñol (1922), Tipperary (1928) y La Chacra (1930) dedicado al hombre de campo.
Constancio Cecilio Vigil, fue el autor de numerosos libros infantiles como el Mono Relojero, La Hormiguita Viajera, etc. Fundó la editorial Atlántida en 1918, editó varias revistas como: Atlántida (1918), que le diera nombre a la editorial; El Gráfico (1919) para los amantes del fútbol, Billiken (1919) dedicada al público infantil, Iris (1920), Para Ti (1922) dedicada a la mujer, Gran Guiñol (1922), Tipperary (1928) y La Chacra (1930) dedicado al hombre de campo.La Bibiloteca había crecido lo suficiente como para intentar independizarse, separándose de la vecinal el 11 de noviembre de 1959, surgiendo como institución autónoma y contando en esa época con 2.500 libros. Ese día se convocó a una asamblea extraordinaria en el local de Alem 3033. El resto es un capítulo aparte, ya que la Bibliooteca Vigil se convertiría en verdadero Complejo Cultural, orgullo para la ciudad de Rosario y para la República Argentina.
Este texto y el material fotográfico fueron extraidos del Libro “Historia del barrio Tablada y de la Biblioteca C.C. Vigil” del Prof. Jorge D. Malla, editado por la Vecinal AVROSE y publicado en julio de 2006, a quien agrademos la gentileza de facilitarnos su material.
